Un día paseando me encontré al lado de un contenedor de basura una maleta de las que la Junta de Andalucía le da a nuestros hijos para que trasporten los libros y el portatil. Al verlo se me ocurrieron varias cosas que podía hacer con ella, y al llegar a mi casa me llevé la grata sorpresa de encontrarme dentro con un cubremochilas de alta visibilidad, y rápidamente le busqué una utilidad. Le quité la goma que recorría todo su contorno, descosí las esquinas y le hice un dobladillo para ponerle una cuerda que lo supetara a la mochila y Voilá, por un coste mínimo (y de paso haciendole un favor a la naturaleza reciclando basura) me he apañado un cubremochila de alta visibilidad por si acaso en alguna ocasión estuviese mi vida en riesgo, bien por un accidente en el monte, o por la aparición por la zona de cazadores.
Ésta es la maleta originariamente.
Y estas son las modificaciones que le hice al cubre mochila.
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